Descripción
El Beomaster 3000 fue un modelo importante y de gran éxito para B&O. Fue el primero de una nueva generación de receptores que combinaba la calidad de los mejores componentes Hi-Fi con una nueva estética elegante y moderna.
Se lanzó tras el Beomaster 5000 (sintonizador) y el Beolab 5000 (amplificador). Su diseñador, Jacob Jensen, diseñó el Beomaster 5000 con una línea estética nueva, llena de innovaciones como lo eran la sustitución de botones de operación del aparato por los «sliders», unos controles deslizantes que se utilizaban sobre una escala, siendo fáciles de utilizar y al mismo tiempo dando una sensación de exactitud en el manejo.
Este Beomaster 3000, que ya combina amplificador y sintonizador de radio en uno, es el principal heredero de la nueva estética, y a nivel técnico también heredó los mejores avances y componentes técnicos que Jensen incluyó en los 5000. Su idea había sido «queremos lanzar el mejor aparato de alta fidelidad del mundo, con diseño europeo«.
El Beomaster 3000 inició para Bang & Olufsen una nueva división de productos llamado “High Fidelity”, que en ese momento incluía el sistema Beomaster 3000 y el Beolab 5000. Los modelos de la gama “High Fidelity” incluían la mejor tecnología disponible para garantizar el máximo rendimiento y, además, solían ser muy potentes.
Los modelos menos exigentes, como el Beomaster 900, 1000 y 1200, se clasificaron como la gama “Audio” y tendían a ser más económicos y menos potentes. Pero heredaron la misma estética que hizo triunfar a Bang & Olufsen en estos años, y no pocas «copias» de sus avances, como los sliders que pudimos ver en muchas otras marcas.
El Beomaster 3000 es un receptor FM de 40 W de proporciones compactas y aspecto moderno y elegante.
Los controles deslizantes se complementan con una hilera de elegantes interruptores de palanca fabricados en aluminio (¡una mejora con respecto a los endebles botones de plástico que incorporaban los componentes del Beolab!). Estos interruptores controlaban todas las funciones del Beomaster 3000 y estaban agrupados de forma sensata y lógica para simplificar su funcionamiento.
Entre las funciones se incluyen interruptores para dos pares de altavoces, filtros de agudos y graves, un control de sonoridad compensada, interruptores de canal estéreo (que si se operaban juntos podían utilizarse para seleccionar el funcionamiento en mono), 5 presintonizaciones para emisoras de radio FM.
Las emisoras de radio FM presintonizadas se configuraban mediante una fila de pequeñas ruedecillas situadas debajo de la escala de sintonización principal. Para conseguir una buena sintonización y recepción (incluso para un inexperto) incorpora un indicador de sintonización de doble luz y un medidor de intensidad de señal.
El Beomaster 3000 incluye selectores para una grabadora de cinta (que podía ser de tres cabezales, como el Beocord 1800, en cuyo caso era posible la monitorización) y dos tocadiscos, uno con una pastilla magnética y otro con una pastilla de cerámica o un Beogram equipado con un preamplificador.
En una de estas salidas es posible incorporar hoy un receptor bluetooth para escuchar nuestra música favorita desde el móvil, o conectar un ipod u otro aparato directamente por cable a estas entradas auxiliares.
La sección del amplificador, conocida por su sonido neutro y sin coloración, se consideraba realmente potente en aquel momento y podía accionar fácilmente dos pares de altavoces grandes. Los transistores de salida, potencialmente frágiles, estaban bien protegidos por el elaborado circuito «fusible electrónico«. Como resultado, la fiabilidad era excelente.
La función Loudness permite conmutar el sonido neutro con una amplificación de bajos y los controles de filtro LOW y EH proporcionan una regulación más precisa de las frecuencias, además de los controles de bajo y agudos habituales .
En la parte posterior, para las conexiones, permite entradas de tipo DIN (redondas, y las más estándar en Bang & Olufsen) pero también RCA.
Sin duda, el Beomaster 3000 es una maravilla a nivel estético y técnico. Su precio era elevado (135 libras, que hoy serían, teniendo en cuenta la inflación, unos 2,500 euros) pero sus prestaciones lo convirtieron en un equipo clásico e icónico en Bang & Olufsen. Así lo reconoce el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) que lo guarda en sus almacenes y lo ha expuesto en diferentes exposiciones a lo largo de los años. Por supuesto en la de 1978 «Bang & Olufsen: Design for Sound by Jakob Jensen», pero mucho más recientemente, en 2015 pudimos disfrutar de este icónico en la exposición «Making Music Modern: Design for ear and eye»
Este modelo y sus derivados permanecieron en el catálogo durante muchos años.