Cuando hablamos de radios antiguas, solemos sorprendernos por las diferentes formas y diseños. Pero en un principio, las radios eran "aparatos tecnológicos" que apenas tenían un diseño atractivo. Una caja con las válvulas y componentes en su interior, y los botones y mandos en la parte frontal.
En los años 20 vemos radios con el altavoz externo, y progresivamente se integrará dentro del mismo aparato. Y, a medida que deja de ser un experimento científico y se hace popular, las radios se empiezan a fabricar en masa. Y es aquí donde empiezan a aparecer componentes de diseño clave. Por una parte las radios empezaron a diseñarse para ser más fáciles de utilizar. Por otra parte se evolucionó mucho el diseño estético para hacer estos aparatos atractivos y venderlos mejor.
El diseño de las radios fue siguiendo los estándares de la época en la que se fabricaban. Así vemos las primeras radios que siguen los estilos industriales y el art-deco... y cuando entramos en los años 50 o 60 vemos radios de diseño "atómico" o espacial en los 70. Hemos escrito sobre estos estilos anteriormente en nuestro blog.
Hoy vamos a regresar a los inicios de la radio, y a los primeros intentos de los fabricantes de crear bellos aparatos que se vendiesen mejor que los de sus competidores.
¿Quienes eran expertos en muebles de la época? El fabricante de radios Emerson recurrió a una empresa muy reconocida en diseño y tratamiento de madera: Ingraham. Una firma de artesanos del mobiliario que transformó a los receptores en auténticas piezas de arte.
Elias Ingraham y la E. Ingraham Company
La historia arranca con Elias Ingraham (1805–1885), un diseñador y ebanista de Connecticut que destacó en el siglo XIX por sus muebles y relojes de líneas innovadoras. En 1831 fundó, junto con un socio, la firma Brewster & Ingrahams, que más tarde evolucionaría en la conocida E. Ingraham Company, con sede en Bristol.
Su talento para el trabajo en madera curvada y para las formas elegantes marcó desde el principio la identidad de la empresa. Durante décadas, se especializó en relojes de pared y sobremesa, hasta que en los años 30 del siglo XX aplicó su maestría en un nuevo campo en auge: el diseño de gabinetes para radios.
Aunque la compañía ya no sigue activa, su legado permanece vivo en cada pieza que sobrevive en manos de coleccionistas.
A la redecha, imagen de Elias Ingraham con una de sus creaciones, el reloj "Sharp Gothic Clock". Este retrato se encuentra colgado en el Museo Americano del Reloj en Bristol, Connecticut.
Radio Emerson 38
Un gran ejemplo de la unión entre técnica y estética es la Emerson 38, que muchos coleccionistas consideran un clásico indiscutible. Sus líneas curvas, la madera moldeada con precisión y los acabados cuidados transmiten la elegancia del Art Deco y la excelencia de Ingraham en el trabajo de la madera. Su tamaño compacto respondía a la demanda de radios domésticas más accesibles y prácticas.
No era solo un aparato para escuchar noticias o música: era un objeto decorativo, capaz de dar carácter a una sala.
Más allá del Emerson 38
Ingraham firmó también otros modelos inolvidables para Emerson, como la Emerson AR-173 o la Emerson 349, donde se repite el uso magistral de curvas suaves y volúmenes equilibrados. En todos ellos, se reconoce la mano de Ingraham: la madera curvada, las siluetas fluidas, la atención al detalle que convertía cada radio en una pequeña obra maestra.
Radio Emerson 38 año 1934con mueble Ingraham
Radio Emerson AR-173 año 1937con mueble Ingraham
Radio EMERSON BL-214 año 1938con mueble Ingraham
Radio Emerson AX-212 año 1938con mueble Ingraham
Radio Emerson 349 AM año 1941con mueble Ingraham
El legado estético de Ingraham
Mientras otros fabricantes competían por mejorar la recepción o la durabilidad, Ingraham apostaba por un factor diferenciador: hacer que las radios fueran bellas. Esa visión ha convertido a sus diseños en codiciadas piezas de colección, buscadas no solo por los apasionados de la radio, sino también por amantes del diseño industrial y del mobiliario vintage.
Hoy, tener una Emerson diseñada por Ingraham es conservar un pedacito de la historia donde tecnología y artesanía se abrazaron para siempre.
Comparte esto:
- Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Facebook
- Haz clic para compartir en X (Se abre en una ventana nueva) X
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Pinterest
- Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) LinkedIn
- Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva) Correo electrónico
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva) Imprimir

