Estamos en el año 1982, cuando la música de calidad seguía escuchándose en casa, en grandes equipos HiFi con tocadiscos robustos y pesados. Existían los tocadiscos de maleta, aquellos que habían animado los guateques en España desde los años 60, pero seguían siendo aparatos voluminosos, poco prácticos y de calidad de audio limitada.
Ese mismo año, mientras el mundo seguía fascinado por la portabilidad del Walkman de Sony (lanzado en 1979), Audio-Technica sorprendió con una propuesta inesperada: un tocadiscos realmente portátil, capaz de acompañarte fuera de casa.
Así nació el Sound Burger AT727, un aparato que parecía más un juguete que un equipo HiFi, pero que marcó un antes y un después.
La “Hamburguesa sonora” (Japón, 1982-83)
El nombre no pudo ser más ingenioso: Sound Burger. A diferencia de los tocadiscos convencionales, su diseño “de bocadillo” sujetaba el disco por el centro con una abrazadera en la tapa, dejando gran parte del vinilo expuesto al aire. Su diseño compacto, colores llamativos (especialmente el amarillo, en sintonía con el Walkman Sports de Sony) y su espíritu juvenil lo convirtieron en objeto de deseo para estudiantes y melómanos.
Lo revolucionario era su tamaño. Mientras otros intentaban integrar platos en boombox gigantes (como el Sharp VZ-2000 de 1982, espectacular pero carísimo y poco práctico), Audio-Technica apostó por la simplicidad y la portabilidad. Además, la calidad de sonido avalada por Audio-Tehcnica, sorprendió a la crítica.

Este giradiscos portátil de tracción por correa (belt-drive) podía reproducir discos de 33⅓ y 45 RPM y funcionaba con 3 baterías tipo C (4,5 V) o adaptador de corriente. Incluía un brazo fonocaptor manual de peso dinámico, un cartucho Audio-Technica AT103 de serie, salida de audio estéreo RCA para conectarlo a equipos Hi-Fi, y un minijack para auriculares (de hecho, venía con unos auriculares plegables).
Reacción inicial y recibimiento desigual
Tras su lanzamiento la prensa lo presentó como el “Walkman de los vinilos”, destacando su concepto novedoso. Sin embargo, comercialmente el Sound Burger tuvo una acogida modesta.
En Japón fue un gadget llamativo, pero fuera de allí pasó bastante desapercibido al coincidir con el boom del CD (introducido en 1982) y el apogeo de los reproductores de casete portátiles.
En EE. UU. Audio-Technica lo rebautizó como “Mister Disc” (modelo AT-770), creyendo que ese nombre conectaría mejor con el público norteamericano. Aun así, según comenta el propio product manager de la época, “no vendió nada bien”. El dispositivo se fabricó apenas unos años (hasta ~1985), convirtiéndose en una rareza de nicho.
Irónicamente, décadas después los audiophile y cratediggers (buscadores de vinilos) lo venerarían por su sorprendente calidad de sonido y diseño iconoclasta.
Vemos a continuación imágenes de los anuncios en diferentes países.
- Westinghouse H372P4, año 1954
- Reino Unido: Anuncio Sound Burger AT727 año 1982
- Reino Unido: Anuncio Sound Burger AT727 año 1982
- Estados Unidos: Anuncio "Mister Disc" año 1982
Sony entra en la batalla: el PS-F9 “Flamingo” (1983)
Mientras Audio-Technica sorprendía con su Sound Burger, Sony decidió entrar en el terreno de los tocadiscos portátiles con un concepto similar pero buscando una diferenciación técnica y estética: Lanza el PS-F9, apodado “Flamingo” por su elegante forma vertical.
A diferencia del Sound Burger, que apostaba por la sencillez y la portabilidad juvenil, el Flamingo era un dispositivo sofisticado y futurista: Tracción directa con control de cuarzo, brazo lineal motorizado y abrazadera vertical para sujetar el disco. Incluso incorporaba ecualizador y amplificador propios.
El resultado era espectacular, pero también problemático: su precio era alto y su extrema sensibilidad a vibraciones lo hacía poco práctico fuera de entornos muy controlados.
Si el Sound Burger era la hamburguesa sonora pensada para estudiantes y melómanos jóvenes, el Flamingo fue el concept-car de los tocadiscos portátiles, una apuesta visionaria.
Al igual que el Soundburger con el paso del tiempo ha ganado relevancia y hoy se considera objeto de culto entre coleccionistas.

Imitadores -y clones- del Sound Burger en los 80
El innovador concepto del Sound Burger animó a otras marcas a lanzar modelos similares (en muchos casos, auténticos clones OEM del diseño de Audio-Technica y bajo licencia de la marca original).
A continuación, repasamos los más destacados:
- Audio-Technica AT-727 “Sound Burger” (Japón, 1982/83): El original. Dimensiones ~29×10×7 cm, peso ~1,2 kg con baterías, construido en plástico ABS y aluminio. Brazo balanceado, agujas reemplazables (ATN-103), respuesta en frecuencia ~30 Hz–25 kHz. Comercializado en colores gris, amarillo o rojo brillante. En EE.UU. se vendió como AT-770 “Mister Disc”.
- Dual PRP-5 (Alemania, ~1983): Variante licenciada por la alemana Dual. Internamente similar al AT-727, aunque Dual montó su propio cartucho fonográfico. Se distribuyó principalmente en Europa; incluso llegó a España vía importadores.
- Dual también ofreció versiones bajo sus marcas hermanas (bajo el grupo Thomson (Saba “McDisc” y Nordmende “Dingi RP200”).
- Hitachi Lo-D HT-03 (Japón, 1983): Versión comercializada por Hitachi exclusivamente en Japón. Equivalente al modelo de Audio-Technica.
- Rhapsody AT-770 Japón, años 80): Bajo la marca Rhapsody se vendió otro clon prácticamente idéntico al Mister Disc.
- Mechatron SRC-830 / Sky Studio 830 / Rhapsody RY-85 “Stereo to Go” (Japón y Taiwan, 1984): Tres modelos idénticos que suponen una variante híbrida con tocadiscos tipo Sound Burger al que se añade un reproductor de casetes.
- Randix HG-40P (alrededor de 1986): Un boombox portátil que incorporaba un mecanismo de Sound Burger plegable en un radiocasete.
- Crosley Revolution (CR6002A) (Estados Unidos, 2010): Un homenaje moderno con USB, inspirado en el diseño original. Aunque según los expertos su calidad hifi es peor que el Sound Burger original, es un modelo muy fiel al diseño original, y se le añaden tres características muy interesantes: Batería recargable por USB, un altavoz (que complementa las salidas de auriculares y al hifi y algo todavía más sorprendente, que es un emisor FM de forma que lo que se lee en el disco se emite por radio FM y se puede escuchar en una radio cercana. Un gadget curioso.
- Versiones sin marca en AliExpress (2020s): Simplificadas, con altavoz integrado y funciones digitales.
- 1982 Audio Technica Sound Burger AT727 Rojo
- 1983 Dual PRP5 Alemania
- 1984 Nordmende Dingi rp 200
- 1984 Rhapsody MPN AT770, Taiwan
- 1984 Sky Studio 830 Japon
- Estados Unidos: Anuncio "Mister Disc" año 1982
- 2020 Turntable to mp3 china
- Estados Unidos: Anuncio "Mister Disc" año 1982
El renacimiento de Sound Burger en 2023: nostalgia y marketing vintage
Progresivamente hemos visto como el vinilo vuelve, y a partir de 2020 con mucha fuerza. Este auge no pasó desapercibido para Audio-Technica.
Coincidiendo con su 60º aniversario, la compañía decidió resucitar al Sound Burger. El 1 de noviembre de 2022 lanzó 7.000 unidades en edición limitada (AT-SB2022), que se agotaron en días.
Incorporaba batería recargable por USB-C, conectividad Bluetooth y mejoras en los controles, pero mantenía el espíritu original. Podemos ver en la imagen de la derecha un modelo original de los 80 junto a un modelo actual y apenas hay diferencias estéticas.
Ante el éxito, en enero de 2023 Audio-Technica anunció que el Sound Burger volvería al catálogo de forma permanente con el modelo AT-SB727. Rescatamos algunos de los anuncios del relanzamiento (¡en japonés!). Disponible en varios colores, a un precio alrededor de 200 USD/€, la crítica lo ha recibido con positividad.





De fracaso a icono pop: el legado cultural
Aunque el Sound Burger fue un producto de nicho en su época, con los años se convirtió en un dispositivo de culto retro. Su mera existencia supone una cápsula temporal de los 80: un tocadiscos portátil de aspecto cool que prometía llevar tus vinilos bajo el brazo, algo que parecía sacado de la ciencia ficción.
De hecho, se le menciona a menudo como ejemplo de la era “neo-analógica” ochentera, al lado de gadgets como el Sony Walkman o cámaras Polaroid. Y el aparato incluso figura en el Museum of Failure (Suecia), destacado por su propuesta adelantada a su tiempo pero poco práctica. Irónicamente, hoy los audiófilos lo buscan por su calidad de sonido casi mítica.
Hoy, aquel fracaso comercial de los 80 es un icono resurgido, ejemplo de cómo la nostalgia puede dar nueva vida incluso a inventos peculiares.
Tras el acertado relanzamiento del Sound Burger, los precios de los aparatos originales han bajado considerablemente (llegaron a estar en 500 euros). Os animamos a haceros con vuestro Sound Burger que, incluso conectado a vuestro equipo hifi, dará un excelente rendimiento y dará un toque retro a vuestro salón. Y siempre podréis contar esta interesante historia a vuestros amigos.
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