Nos encontramos con una radio inusual, tanto a nivel técnico del propio aparato como del impacto que provocó en la vida social: La demostración del poder de la propaganda en los medios masivos.
La radio "nazi" arranca en el año 1933, con el primer modelo, el Volksempfänger VE-301. VE es abreviatura de Volksempfänger (radio del pueblo) y el número 301 se refiere al día de la llegada al poder de Adolf Hitler, el 30/1/1933
Hubo varios modelos y fabricantes (todos bajo un diseño estricto de fabricación), siendo los más pequeños los más populares porque su bajo precio servían al objetivo del régimen fascista de "facilitar a cada familia el acceso a la radio"
Un modelo muy conocido es el DKE38, del año 1938, de la fotografía que ilustra este post. Es conocida como "pequeño receptor alemán ("Deutschen Kleinempfängers“) y también fue apodada como el hocico de Goebbels ("Goebbelsschnauze").
En la Exposición Internacional de Radio de Berlín de 1933 se vendieron los primeros 100.000 aparatos. Y en total se vendieron más de un millón de los distintos tipos de Volksempfänger. El número de oyentes fue significativamente más alto a partir de 1937, cuando se empieza a intensificar la propaganda del Reich para influir en el pueblo.
La propaganda y los productos del pueblo
Estos receptores de radio se diseñaron bajo la petición del "Ministro para la Ilustración Pública y Propaganda" Joseph Goebbels. El nombre del Ministerio no deja lugar a dudas sobre su objetivo. Joseph Goebbels y el régimen totalitario nazi diseñaron un ambicioso plan sacar el mayor partido a este medio de comunicación, a través de estos "aparatos del pueblo".
Un buen resumen del efecto obtenido lo podemos leer en las palabras de Albert Speer, el arquitecto predilecto y ministro de armamentos y guerra de Hitler. Esto es lo que dijo en su último discurso en los juicios de Núremberg:
"La dictadura de Hitler difirió de la de todos sus predecesores en la historia en un punto fundamental. Su dictadura fue la primera [...] que aprovechó completamente todos los medios técnicos para la dominación de su propio país. Mediante aparatos técnicos como la radio y la altavoz, 80 millones de personas fueron privadas del pensamiento independiente. De ese modo fue posible sujetarlos a la voluntad de un hombre".
Al margen de la principal utilidad propagandística de este aparato, podemos decir que parte de la ideología del regimen de universalizar productos, dando acceso al aleman medio a productos que tenían en aquel momento un precio elevado y sólo se podrían permitir las personas más adineradas.
Así, junto a la radio del pueblo, podemos encontrar la televisión del pueblo, o receptor de televisión estándar E 1 (Fernseh-Empfänger E 1) lanzado en 1939.
Otro artículo que pretendía llegar a la popularización era el frigorífico del pueblo ("Volkskühlschrank") En 1940, cuando solo el 1% de la población podía acceder a un frigorífico Adolf Hitler entregó el desarrollo y la producción del frigorífico popular al Frente Laboral Alemán (DAF) bajo la dirección de Robert Ley sólo llegó a la fase de prototipo.
Y de igual forma surge la idea del coche del pueblo, "Volkswagen" (sí, aquí comienza el nombre de esta marca de automóviles ). El diseño se inicio con Ferdinand Porsche y posteriormente pasó a Robert Ley, aunque apenas pudo producir unas pocas unidades debido al desvío de recursos por la guerra.
Una radio "trucada", con ideología que condiciona su diseño
Ve301 año 1933
DKE38 año 1938
La radio la desarrollo Otto Griessing para la empresa Seibta. El VE301 se presentó en la el 18 de agosto de 1933 en la Feria Internacional de la radio de Berlín ( Internationale Funkausstellung Berlin). La caja de baquelita la creó Walter Maria Kersting.
Los precios fueron fijados por el gobierno, y el precio inicial fue de 76 marcos, significativamente menos que las radios comerciales de la época. Joseph Goebbels se dio cuenta del potencial de comunicación y propaganda de este "nuevo medio", y se hicieron esfuerzos para bajar al máximo su precio. Así, el modelo DKE38 costaba tan solo 35 marcos.
Aunque tuvo un éxito considerable, económicamente no era muy atractivo para los diferentes fabricantes, debido a que el gobierno fijaba los precios, y éstos se mantuvieron muy bajos durante todos los años de su fabricación. Quizá la industria de la radiodifusión salió más beneficiada porque el número de radioyentes creció considerablemente en los años 30.
La radio estaba políticamente condicionada desde su diseño. No solo por el precio bajo obligatorio, sino en el propio funcionamiento de la radio. Aquí es donde hay también muchas sopresas.
Como contexto, hay que entender las prohibiciones existentes: Escuchar emisoras extranjeras era un delito en la Alemania Nazi, y durante la guerra, en algunos territorios ocupados, como Polonia, toda escucha de radio por ciudadanos no alemanes fue declarada ilegal.
Para "ayudar a los ciudadanos a respetar estas leyes" el diseño de la radio tuvo varias características importantes:
- Al contrario que las radios comercializadas en Europa, donde el dial de cristal marcaba la posición de las emisoras más importantes (BBC, Madrid, París...) en el dial de esta radio sólo aparecen las emisoras alemanas (y posteriormente las austriacas). En el caso de la radio pequeña DKE38, no hay dial, solo una rueda que gira mostrando la frecuencia.
- Pero esta era una solución estética. Había que "ayudar todavía más al ciudadano" para que no cometiese el error de escuchar emisoras que no debían. Así, las radios Volksempfänger estaban diseñadas a propósito para captar solamente emisoras de radio locales, y así asegurar que se pudieran oír fácilmente las emisiones de propaganda nazi, pero no otros medios como la BBC World Service. Se diseñaron con poca sensibilidad de captación ¡Mala recepción... a propósito!
Curiosamente, durante la guerra, la BBC amplificó mucho su señal para compensar esta estrategia.
Estos condicionantes afectaban a la onda media. En el caso de la onda corta (que es la que permite captar emisoras a mucha distancia) la solución fue excluirlas de los aparatos.
Una época complicada. Radios herederas de la Volksempfänger
Hay modelos de radio que "imitaron" a la radio del pueblo alemana. La primera, en este caso claramente "heredera" es la RFT Kolibri. Es un modelo similar de receptor de radio se produjo en Alemania del Este bajo la marca RFT/Stern llamado "Kolibri". La República Democrática Alemana hereda ese afán "democrático" de ayudar al ciudadano.
Esta radio se vendió por 50 marcos y era muy similar en el estilo del gabinete al Volksempfänger. Una característica del diseño de Kolibri que a menudo se atribuyó erróneamente al Volksempfänger fue que sólo fue diseñado para recibir dos estaciones (presintonizadas). RFT también produjo conjuntos sin tales limitaciones, pero eran más caros.
Hay otra radio que más que heredera es realmente una reminiscencia de la producción alemana. Es la Radio polaca Ludowy. En 1946, la Polonia socialista produjo una pequeña cantidad de receptores "Ludowy" (que también se traduce como "del Pueblo"). En realidad son receptores DKE38 y VE-301 de la antigua fábrica de radio alemana en Dzierżoniów, Polonia. Se produjeron a partir de materiales sobrantes después de la guerra y eran similares al Volksempfänger (lógicamente sin la insignia del Águila/Esvástica). La producción terminó cuando se agotaron las existencias de componentes y la fábrica pasó a producir decorados de diseño polaco.
Hay una radio interesante, la llamada "Utility Radio" del Reino Unido. Podemos decir que es el equivalente británico de los Volksempfänger. El objetivo de esta radio, lejos del enfoque propagandístico de las radios del régimen nazi, era práctico: Ante la escasez de componentes derivados de la guerra, se quería estandarizar el proceso de reparación (hacerlo más fácil) y buscar la radio más económica posible.
Tampoco intentaba evitar la escucha de emisoras extranjeras, como pasaba con las radios alemanas. Esto era algo permitido en Reino Unido.
¡El nacimiento de la propaganda a gran escala!
Estamos ante una serie de radios que no sólo forman parte de la cultura de la época previa y de la II Guerra Mundial, sino que han sido instrumentos de cambio cultural por el gobierno nazi y que, como hemos visto, otros gobiernos soviéticos replicaron.
Confiamos en que una vez más os haya resultado interesante leer nuestro blog.
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